Este viernes 13 de noviembre se cumplieron 35 años de la avalancha de barro y escombros que acabó en una noche con la vida de casi 25.000 personas en el municipio de Armero, un tercio de la población de la zona y los muertos que dejo la pandemia en casi 6 meses.
Son varios los homenajes y las misas que se realizan en honor a las vidas perdidas y las familias separadas ese noviembre de 1985, las cuales se deben llevar este año con más discreción debido a la situación que enfrentamos con la pandemia.
“Cada año hay celebraciones grandes con visitas de miles de familiares y amigos de los que fallecieron sepultados, pero en este 2020 las cosas serán diferentes con una celebración sobria para evitar las aglomeraciones y el contagio del covid-19”, afirmó Tinoco, quien era concejal en la época.
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Historias como las de Omayra Sánchez son muchas, hechos lamentables y dolorosos que van a quedar marcados en la historia del país y que aún conservan varios sobrevivientes que presenciaron con impotencia como se perdía la vida de sus seres queridos.
Hasta la fecha, la avalancha de Armero provocada por el volcán del Nevado del Ruiz es la tragedia natural más dura que ha tenido que enfrentar Colombia, en cuestión de minutos, todo un pueblo quedó sepultado por todo el barrado de la lava y el río, piedras, árboles y escombros el cual iba bajando 60 kilómetros por hora.
“Esa noche todos escuchamos un bramido espantoso y luego se nos vino encima la avalancha”, afirmó un sobreviviente de ahora 75 años y quien gran parte de su familia.
Hoy en día, la mayoría de los sobrevivientes de la tragedia se establecieron en Guayabal, una zona cercana de donde ocurrieron los hechos, ahora son 13.000 habitantes en el municipio que anteriormente fue un corregimiento.
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Fuente: Redacción Mundo 7/24, Anyel Ruiz.