Jean Carlo Mejía Azuero. PhD – LpD.
Profesor CAEM – Cidenal – Cesep.
Perito en derecho operacional. Cte. IDH.
Doctrinante.
Aquí todo ha sido dicho, también se encuentra escrito, no sólo en los textos sagrados de diferentes culturas y creencias, sino por grandes investigadores.
La ley de los ciclos no falla en términos energéticos y espirituales. El aprendizaje depende de nuestro nivel de consciencia. ¡Cuánto cuesta tener consciencia! ¿Acaso la «paz» de la primera guerra mundial no nos llevó a la ignominia del 39 al 45 en el siglo anterior?
Para el caso Colombiano, ¿el frente nacional no nos metió en una guerra que no acaba de más de 50 años, bajo la excusa política de superar la anterior ? Y así sucesivamente podríamos continuar con ejemplos precisos para cada nación y región.
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Enero del 2021 ya estaba marcado en el calendario universal. No se necesita ser Nostradamus. Muy complicado lo que se viene el próximo 20 de enero en USA y lo que esto pueda generar en términos sociales con repercusiones en todo orden.
La polarización, la desconfianza, la corrupción y la post verdad marcan el final de una era y el comienzo de otra mejor, pero nos cuesta creer, nos cuesta esperar, nos cuesta vivir, por eso preferimos correr con desenfreno y ansiedad para no tener tiempo para pensar, menos para sentir.
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Muy complicado también es el panorama social y económico de los mismos EEUU y otras potencias europeas y asiáticas; para los países en desarrollo se complican las cosas, específicamente para la «clase media», espoliada a través de más y más impuestos (estamos no sólo cercanos al fin de los Estados como los concebimos sino al régimen de impuestos, esto se definirá quizás al final del siglo).
Desde la primavera árabe, incluso desde antes, se viene gestando algo que difícilmente se podría describir con una sola palabra. Este año 2021 y en general la década será muy parecida al período 1776 – 1789 en América y Europa; y encontramos un acelerador en la pandemia.
Aquí no hay nueva normalidad ni nada que se le parezca. El mundo ha cambiado para siempre y nosotros somos protagonistas directos.
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