Jean Carlo Mejía Azuero PhD
Profesor e investigador

Sostiene mi amiga a través de mi muro en Facebook:

«Cito lo dicho por el Padre: «La Comisión muestra que hubo un comportamiento generalizado y sistémico que los superiores permitieron se diseminara, a pesar de las muchas denuncias, con pocas excepciones sistemáticamente negadas, sobre la gravedad de lo que estaba pasando, cuando paradójicamente, en el clímax de los asesinatos, había una política pública de formación en Derechos Humanos en la institución militar.

Por eso, lo ocurrido es una quiebra ética corporativa muchísimo más grave que una irregularidad en la política. Aquí se rompió hasta lo más profundo la dignidad de los militares perpetradores y de la misma institución militar que lo permitió y promovió con incentivos – para dolor de los miembros del ejército moralmente íntegros – y el daño que se le hizo a la Nación y a la juventud del país es inconmensurable cuando pusieron como ejemplo y convirtieron en verdad heroica y premiada con medallas de orden público la mentira del crimen execrable de miles de jóvenes inocentes hecho por los defensores de la seguridad de los colombianos y del Estado.»

Mi respuesta

Diana Britto, de acuerdo. Comportamiento generalizado y sistemático a nivel de unidades del EJC como lo indicó el mismo relator de desaparición forzada en 2009 y lo ha hecho la misma justicia ordinaria y especial. Una política de estado puede ser nacional, regional o local de acuerdo con estándares internacionales de rendición de cuentas judiciales y extrajudiciales.

En ese sentido caben varias interpretaciones, jamás para justificar, pero si para ponderar y como el mismo Padre lo ha dicho abrir un debate serio y ponderado, pero sobre todo contrastado que nos permita seguir descubriendo la verdad entre todos.

Si todos los superiores hubieran permitido que se diseminara la visión de falsos positivos y no hubiera existido una comprensión ética del quehacer militar jamás se hubiera desarrollado por nosotros el mismo derecho operacional que es una garantía de no repetición como quedó taxativamente indicado como camino a continuar y profundizar en las recomendaciones del informe al sector.

Imagen tomada de Twitter @Col_Ejercito

Pero también como lo hemos indicado, no hubiera quedado piedra sobre piedra, porque sobreestiman las capacidades de un ejército en medio de una guerra irregular sobre todo en términos polemológicos.

El concepto “sistemático» en este contexto está por aclararse en términos de descubrimiento de verdades dolorosas en medio de una guerra negada. Y claro que hubo una quiebra ética corporativa en las FFAA como la hubo en toda la sociedad y la sigue habiendo, pues no existe ni un solo sector, ni civil o uniformado que no tenga por su gran omisión responsabilidad en la ignominia. Iglesia, justicia, academia, defensores de ddhh, ONG, las escuelas de derecho donde no se enseñaba siquiera DIH y seguirá sin enseñarse a profundidad por una gran omisión del informe de la CEV en materia de garantías de no repetición.

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Y es también cierto que se rompió en mil pedazos la dignidad de millones de soldados y policías íntegros que portaron el uniforme por décadas de conflicto por el comportamiento de verdaderas empresas criminales (joint criminal enterprise) al interior de las fuerzas.

Estos hechos injustificables demuestran la más grande corrupción humana, pero no es un problema militar o policial mucho menos. Aquí todos debemos asumir la existencia de la guerra para poderla superar y en eso lo publicado por la CEV hasta ahora quedó en mitad del camino.

Miembros del Ejército realizando una destrucción controlada de artefactos explosivos improvisados. Imagen tomada de Twitter @Col_Ejercito

Lo seguro es que en 100 y 200 años seguiremos hablando de los soldados y policías y de todo lo que hacen a diario para permitir que vivamos  todavía en libertad. Esa misma libertad que tuvo la CEV para trabajar en esa Colombia abandonada.

Estas paradojas nuestras son increíbles como increíble nuestra democracia;  estas Fuerzas Armadas, las de casos de graves violaciones a ddhh e infracciones al DIH en una guerra (que nos mencionen una guerra sin desgracias), subordinadas como pocas, también permitieron la firma del acuerdo de la Habana, ayudaron a redactar, corregir, mejorar el SIVJRNR; permitieron ser escudriñadas en lo más profundo, inclusive bajo generalizaciones antimilitaristas propias de 200 años de evidencia, satanizadas y comparadas con las de las dictaduras y regímenes totalitarios.

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He visto a los miembros el sistema sentados a manteles con miembros de esas mismas fuerzas a las que les endilgan todos los males de Colombia; compartir experiencias y capacitaciones juntos; he visto al Padre en la UMNG recordando su origen en una familia militar y hasta reconociendo a las víctimas miembros de las FFAA (afectadas por 27 hechos victimizantes no desarrollados a profundidad en el informe final).

Imagen tomada de desdeabajo.info

Y es claro que a pesar de los falsos positivos, enfrentados por las mismas fuerzas con verticalidad y de lo duro de la guerra, entre ella la guerra sucia marcada por una agresión comunista desde la izquierda radical con la combinación de todas las formas de lucha que acabó casi totalmente con la viabilidad política de la misma la izquierda democrática, persiguiéndola como en los casos de Arenas y Cardona, aquí se continua construyendo una posibilidad de reconciliación nacional y ello no se podrá hacer sin soldados y policías.

Cuando uno va al batallón de sanidad, a los hospitales militares y policiales; a los centros de atención psicológica y psiquiátrica entiende porque sí existe y seguirá existiendo a pesar de todo una memoria heroica, esa que tan profundamente ofende al mismo que ataca el concepto de «enemigo interno» siendo una contradicción casi imposible de superar por el apasionamiento radical.

¿Acaso existe una guerra al interior de un estado sin enemigo?, ¿Acaso se han desmovilizado los corazones, no de los que portaron armas sino los de ciertas ideologías de ultra (Derechas, centros radicales e izquierdas) ?, ¿Acaso en términos de Freud la gente que escribe sobre la violencia se quita sus pasiones más íntimas y reptilias para hacerlo?, ¿Acaso en términos de Foucault no han usado la política y las letras algunos como la prolongación de la guerra por otros medios? Gran abrazo mi amiga.

Uno construye paz afuera con la paz que se reconstruye cada segundo de conciencia adentro. Gracias además por todas las reflexiones y por siempre tender puentes.

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