Jean Carlo Mejía Azuero PhD.
Abogado, profesor de eternos estudiantes de leyes.
Cada 22 de junio en Colombia celebramos el día del abogado como reconocimiento a miles y miles de seres humanos que desarrollan con mística y verdadero amor una labor única dispuesta al servicio hacía los demás.
El abogado no nace, se hace. El abogado no se titula, lo gradúa su ética y la vida. El abogado es ejemplo para el pueblo y la sociedad cuando todo parece oscuridad. Ser estudiantes eternos de derecho y amantes de la justicia nos define como advocatus.
Imagen tomada de educaparalavida.org
Los abogados estamos llamados a ser fanal en el camino de construcción de una democracia real, más profunda, más comprometida con el respeto a la dignidad humana de todos los que habitamos este planeta azul que tanto debemos cuidar.
Hoy necesita Colombia de más abogados que construyan, tiendas puentes, generen lazos fuertes para todos alcanzar la paz. Necesitamos de más abogados que crean y enseñen a la sociedad que ni la violencia ni la corrupción son el camino para cambiar; abogados que sienten los pilares de la legitimidad, única fuente confiable de la legalidad.
Necesitamos nuevos estudiantes de leyes que entiendan que el derecho es mucho más que conocimientos sobre aspectos sustantivos y procesales, sino también de nuevas inteligencias, habilidades sensibles; discentes que sepan de arte, filosofía, historia, cine, danza, espiritualidad, sobre nuevos liderazgos, métodos alternativos de resolución de conflictos, justicia restaurativa, deontología jurídica, medio ambiente, derechos humanos, polemología, sociología, antropología, tecnología, pero sobre todo de empatía, caridad, sensibilidad y amor por los demás a través del trabajo diario, el esfuerzo ético y la integridad, esa palabrita mágica que nos puede alejar de la barbarie.
Imagen tomada de AbogadoAly.com
Feliz día abogados colombianos y recuerden como enseñó el gran General Francisco de Paula Santander, la espada siempre tiene que estar abajo de la ley, porque empezando por los libertadores nadie puede estar por encima de las normas.
Hago un llamado a los eternos estudiantes de derecho, los que se merecen con todo el honor ser llamados abogados, para que defendamos el estado constitucional y social de derecho colombiano que tanto nos ha costado construir.