Imágenes tomadas de Twitter @luftwavedxkli
Hachikō fue un perro de raza Akita que nació en una granja cerca de la ciudad de Ōdate, a principios de 1924.
Fue encontrado por el profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio Hidesaburō Ueno, al principio no quería conservarlo porque lo entristeció mucho la la muerte de una perra anterior y no quería encariñarse de nuevo con un perro, pero su hija adolescente insistió.
Hachikō fue enviado a la casa del profesor por tren, viajando dentro de una caja en un vagón de equipaje durante dos días, algo que lo dejó extenuado, por lo que cuando los empleados del profesor fueron a recogerlo, creyeron que el perro estaba muerto.
Sin embargo cuando llegaron a la casa, el profesor le acercó un tazón con leche al cachorro, y este se reanimó.
El profesor lo recogió en su regazo y notó que las patas delanteras estaban levemente desviadas, por lo que decidió llamarlo Hachi (‘ocho’ en japonés), por la similitud con el kanji (letra japonesa) que sirve para representar al número ocho (八).
La hija del profesor se casa y queda embarazada, por lo que deja la casa paterna, para vivir con su esposo. El profesor pensó entonces regalar a Hachiko, pero pronto se encariñó con el perro, que lo adoraba enérgicamente.
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El perro y el profesor iban juntos hasta la estación los días de trabajo en la universidad, regresaba a casa y luego al final del día, volvía a la estación para recibirlo.
Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores.
Y continuó sin interrupciones hasta el 21 de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno sufrió un paro cardiaco mientras daba sus clases en la Universidad de Tokio, y murió.
Esa tarde Hachikō corrió a la estación a esperar la llegada del tren de su amo, y no volvió esa noche a su casa.
Se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación durante los siguientes 10 años de su vida.
Monolito al lado de la tumba de su amo.
Conforme transcurría el tiempo, Hachikō comenzó a llamar la atención de los usuarios de la estación, quienes habían sido testigos del amor y devoción que tenía hacia su dueño.
Fueron estas mismas personas las que cuidaron y alimentaron a Hachikō durante ese largo período.
La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro fiel.
En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se inauguró.
El 8 de marzo de 1935, Hachikō fue encontrado muerto frente a la estación de Shibuya, Japón, tras esperar infructuosamente a su amo durante más de 10 años.
Al lado de la tumba del profesor Ueno, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio se construyó un monolito con su nombre.
Cuando se le hizo una necropsia (para realizar su taxidermia) en su estómago se encontraron cuatro varitas utilizadas para los yakitori (pinchos o brochetas de pollo ensartado), pero estas varitas no habían dañado la mucosa del estómago, por lo que no fueron la causa de su muerte.
Las causas de la muerte de Hachikō se consideraron desconocidas, hasta que en marzo de 2011 se determinaron definitivamente: el perro había sufrido un cáncer terminal y una filariosis (infección de gusanos) en el corazón.
El cuerpo de Hachikō fue disecado y guardado en el Museo de Ciencias Naturales del Distrito de Ueno (Tokio).3Nueve años después (1944) ―en el marco de la Segunda Guerra Mundial―, la estatua de bronce de Hachikō se tuvo que fundir para fabricar armas.
Pero en agosto de 1947 ―dos años después de la finalización de la guerra―, se erigió otra estatua de bronce en la salida número 8 de la misma estación Shibuya, aún permanece y es un lugar de reunión extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro.
El 8 de marzo de cada año se conmemora a Hachikō en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.
También hay una estatua similar delante de la estación de trenes de la ciudad de Ōdate (en cuyas cercanías nació Hachikō).
Fuente Wikipedia.