Pensar tan siquiera en el significado del AMOR o en lo que creemos que es, puede ser desgastante o algo inconcluso. Se ha encasillado al amor en un tema o ámbito netamente romántico o sexual, pero la verdad es que es tan poderoso que en absolutamente todos y en todo podemos ver, sentir, oír, olfatear y percibir esto. Para generaciones anteriores es bastante difícil aceptar por ejemplo la evolución del mismo y es que hoy ven a personas de su mismo sexo cogidos de la mano y de manera automática deben ponerles una etiqueta, sino es así, no logran aceptar el cuadro que están viendo.

Por ejemplo, yo, le digo a mis amigos hombres y mujeres que los amo, los agarro de la mano en la calle, los abrazo en el restaurante, les escribo cartas, les dedico post, duermo con ellos e incluso son los primeros en saber de mis logros o próximas metas, y ¿adivina qué? Ninguno de ell@s son mi pareja sentimental y tampoco tengo sexo con ellos. ¿A que voy con este simple ejemplo? Voy a que hemos o han impuesto tantos paradigmas sobre lo que puede significar o resultar del amor que al final ya la mayoría de personas eligen no arriesgarse a sentir ni a dar, porque siempre están los juicios de los demás a la orden del día.

Artículo relacionado

El arte de la desobediencia

O díganme si es mentira qué desde pequeños a la mayoría se nos inculcó, el idealismo pendejo de que hay un príncipe azul o la pareja ideal para pasar el resto de nuestras vidas, y con todo respeto desde mi punto de vista, no puede haber un deseo más egoísta que este. Y porque digo que es egoísta, piensa por un instante en tu pareja o mejor aún, en ti mismo, estas en una relación sin importar el tiempo que lleven, debemos reconocer y aceptar que somos seres cambiantes que evolucionamos en nuestra manera de ver la vida, gustos, preferencias e incluso emocionalmente también hay cambios, no podemos pretender pensar, actuar y sentir lo mismo a los 20 que a los 40 años.

Entonces, es egoísta continuar con alguien donde ya no eres feliz o no eres tú, y solo persistir porque es lo que la sociedad, religión, familia o cultura nos “exige”, sé que hay relaciones o matrimonios de muchos años, y los felicito tener o construir una relación de larga duración no es sencillo, pero si son honestos no es lo mismo de cuando se conocieron y eso no es malo, somos imperfectos y cambiantes, son pocas las parejas que logran crecer y madurar de manera honesta dentro de una relación y terminan construyendo un equipo de lujo.

Por qué retener al otro o a mí misma, si ya ¿el ciclo, el aprendizaje o lo que sea, ya se cumplió?  Soltemos y normalicemos que terrenalmente nada es eterno, pero también que nada es casualidad, ese ser que es o fue tu pareja sin importar el tiempo que estuvo a tu lado, sin duda alguna es o fue el amor de tu vida, el que tienes en este momento es el amor de tu vida, y si sigue otro también lo será, aprendamos a vivir el aquí y el ahora, todas las relaciones son regalos divinos.

Y peor aún, gracias a esta creencia, no nos rediseñamos y preferimos no volver a creer en el amor, lanzarnos a una nueva relación y seguir con nuestra pareja de años a pesar de que no somos nosotros mismos “auténticos” y que nos engañamos ambos de mil maneras, por aquello de las expectativas ajenas que queremos llenar o la imagen falsa que queremos sustentar para poder ser “ejemplo” para nuestros hijos o para los demás.

Debemos aceptar que no solo los seres humanos evolucionamos, también lo hacen las creencias, costumbres, estilos y demás. Pero seguimos insistiendo en que dejamos de ser de valor cuando nos separamos, cuando firmamos el divorcio, cuando nuestra relación de tantos años termina, cuando no logramos mantener un hogar, etc.

No sé en qué momento el hecho de que nos exijan perfección se volvió algo tan normal, no podemos con ello, eso es firmar nuestra sentencia de vivir muriendo cada día, nada más poderoso que ser imperfectos y aceptarnos así, cambiantes, soñadores, vulnerables, llorones, y como no, también con días o momentos triste, donde no tenemos la mejor actitud y literal la nube negra esta sobre nosotros, normalicemos esto por favor, ojo, estoy en pro de todo lo que nos sume, que nos saque de nuestra zona de confort, que nos permita estirarnos tanto que aflore cosas de nosotros mismos que ni conocíamos; pero … no compremos la absurda idea de que no somos seres emocionales y que muchas veces nuestra mente nos gana, lo único que podría decirte es que cuando estés en estos “momentos” ponle un límite a estos estados, no le sedas demasiado, permítete sentir y transitar porque es algo normal de nuestra humanidad, pero ser víctima 24/7 solo te traerá más de lo mismo.

Les comparto algo de lo que desde hace pocos años quise implementar en mi vida y en mis argumentos. Hondando en este idealismo de amor me encontré en que más son los matrimonios o familias que siguen juntas por evitar un señalamiento de la sociedad, que realmente por querer estar allí movidos por amor propio y autoestima, podría decir que la situación la maneja más una dependencia emocional o quizás el temor tan grande que tienen por tomar acción por ellos mismos para ser felices.

Por favor no me crean nada, soy una loca rompiendo creencias y paradigmas que creo que nos limitan como sociedad. Pero si algo de lo que escribo o creo te hace sentido, abrázalo, porque nada es casualidad. Por 26 años creía fielmente en que debía envejecer con la persona que me casara, después de 11 años juntos, de los cuales 6 de ellos no fui feliz comprendí varias cosas. Tranquilos, no les contare mi vida privada, pero si quiero que sepan que lo que ahora siento, pienso y hago es porque ya lo viví en carne propia.

Artículo relacionado

Como diría el Gran Rubén Blades ”… decisiones, cada día

Y mi conclusión de aquella pareja que idealizamos para que esté con nosotros para el resto de nuestra vida es poco probable, si nos ponemos a pensar, hay más de 7.700 millones de habitantes en la tierra y como carajos vamos a saber ¿cuál de esos es nuestro amor eterno? Ya sé que debes estar pensando en lo que llaman almas gemelas y no estoy en contra de esto, a lo que no me alineo es a pensar en una eternidad, solo Dios lo es, nosotros, nuestras emociones, estados y ciclos son temporales, tienen fechas y temporadas, cuando nos hacemos consientes de esto entendemos que la pareja o persona que llegue y aceptamos en nuestra vida es la indicada, sin importar que sean unas horas, un par de días, unos buenos meses o varios años y también sin importar que no fue lo que esperabas o merecías, porque de absolutamente todo se aprende si así lo eliges, sino lo haces, créeme seguirás repitiendo ciclos en tu vida.

Así que para finalizar te invito a que sueltes esas creencias que te limitan, tanto, si es para quedarte o para irte, pero vive por ti no a través de los demás.

El amor debe ser hasta que el amor funcione y esto incluye a 2 personas, no a la familia, amigos o vecinos y cuando ya no funciona lo mejor es partir. Y por supuesto este amor puede ser por muchísimos años, pero recuerda que también hay amores cortos y de todos se aprende, se crece y fortalece, no tomemos la terquedad de nuestros prejuicios como valor para defender solo nuestra opinión, la de todos es valedera y merece respeto.

Puedes seguir a Mundo 7/24 en Facebook y Twitter, o suscribirte aquí a la Newsletter.