Hoy iniciamos el día con una noticia súper positiva para nuestro hermoso País Colombia, y es que tenemos el primer ciclista colombiano campeón del Tour de Francia.
Algo sucedió, y escuchamos que un joven, pero muy joven corredor Colombiano llamado Egan Bernal, se convirtió en el nuevo héroe de la competencia ciclística más importante del mundo.
A pesar de su corta edad, algo paso y este muchacho rompió con la tradición de la mayoría de los jóvenes de Colombia, los que están acostumbrados a la ley de mínimo esfuerzo, de andar como zombies repitiendo esos lamentos y quejas sobre la falta de oportunidades, la falta de vías, de elementos deportivos, etc.
Hoy quiero decirles que me les quito el sombrero a esos habitantes del campo en nuestras cumbres, que a pesar que no hay carreteras, que el transporte es costoso, iniciaron sus estudios transportándose en una bicicleta desde sus veredas a los colegios, y que al llegar en la tarde a sus fincas, le ayudaban a sus padres a cargar la cantina de leche, el bulto de papa, o la paca de heno, en sus caballitos de acero, todo lo anterior como respuesta a la sobrevivencia en un ambiente hostil, pero que al mismo tiempo, les sirvió de entrenamiento para lograr esas grandes gestas, en países del primer mundo, como Francia, Italia y España.
Sé que las cosas no son como las imaginamos, que aunque los muchachos nunca pensaron en prepararse cargando sus mercados, para ganarles a los europeos en su territorio, igual como nuestro campeón, que se preparó arduamente para ganar el giro de Italia, y que quedo frustrado por una caída grave, que lo tuvo un buen tiempo en el hospital, pero que luego, siguió, con su diario vivir y que sin querer lo llevo a estar en óptimas condiciones para ganar el tour de Francia, la más grande carrera del ciclismo y que ningún corredor colombiano había podido lograr.
Algo que me impresionó es la respuesta que dio cuando le preguntaron al campeón, por lo que iba a hacer, y él respondió, lo primero que voy a hacer es asimilar que gane la carrera más importante del ciclismo.
Eso me deja ver que el enfoque que tuvo fue el correcto, y el cual consiste en disfrutarse la carrera, etapa a etapa, sin pensar en el objetivo grande, y hace que pueda decirles a los empresarios del agro, que esa es la forma de pensar que tenemos que todos los días aplicar a nuestras vidas.
Inscribirnos en el Tour de Francia de los productos agrícolas, lo que significa, que debemos apuntarle a estar en esos mercados gourmets, orgánicos, de alta cocina, etc, trabajando ladrillo a ladrillo, pedalazo a pedalazo, mejorando la calidad de nuestras actividades diarias, subiendo nuestros estándares, cuidando nuestros recursos, sacándole provecho a nuestros sabores, cultivos autóctonos, a nuestras raíces culturales, y llevándolas a la excelencia.
Les digo que si nos deleitamos con esas preparaciones criollas y les damos altura, con nuestros cafés, chocolates, frutas, súper alimentos de talla mundial, podemos mantenernos en el pódium, como lo están haciendo nuestros escarabajos, que ahora también son ruteros, y que también se volvieron embaladores, porque alguien les dijo que podían hacerlo y simplemente lo hicieron eliminando las excusas.
Hoy sabemos el camino, que algunos lo están viviendo, y que los está llevando a ser Imparables, podemos ver a James Rodriguez, Botín de oro en un Mundial de Fútbol, nuestros campeones de Tenis en Wimbledon, ahora el Campeón del Tour de Francia, ellos están haciendo sonar su música con lo que los apasiona, por eso invito a los empresarios del campo, que desde sus actividades diarias, hagan sonar esa música, generando productos con excelencia, contándonos esas historias, generando marcas, alimentando su mentalidad con la abundancia más grande que existe, que es la que se vive en nuestros hermosas fincas.
Sé que nuestro sector esta llenos de imparables, ahora lo que toca es que se conozcan, y para eso debemos trabajar ardua, inteligente y efectivamente de una forma IMPARABLE.
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