En el 2017, la monja nariñense Gloria Narváez fue secuestrada en la zona rural de Mali, África, donde estaba realizando su labor humanitaria en una iglesia, pues un día llegó una guerrilla de la zona y ella se entregó para que no se llevaran a otras muchachas más jóvenes.
Desde ese instante no se supo nada del paradero de la religiosa, sino hasta el 2018 donde enviaron primer y único video en el que la monja Gloria parece prestando servicios de enfermería dentro de la guerrilla, Ahora su madre murió a los 87 años sin conocer el estado de su hija, con la esperanza de que algún día pudiera volverla a ver.
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El hermano de la monja e hijo de la fallecida, Edgar Narváez, contó que el estado de salud de su madre había empeorado considerablemente desde que se supo del secuestro de su hija y más aún cuando empezó la pandemia, pues desde ahí no se volvió a tener información sobre los trabajos de búsqueda en la zona.
“Ella se cansó mucho de esperar a mi hermana (…) tenía la esperanza de que algún día volviera” comentó el primogénito de Rosita.
De igual forma sus hijos cuentan que ella presentía su muerte, pues días antes de que todo pasará ella se estaba despidiendo, tomó a todos sus hijos y les dio un abrazo y el domingo quiso estar en toda la eucaristía, para finalmente fallecer el lunes no sin antes bendecir a sus hijos.
“Ella nos bendijo, ya cumplió con su ciclo de vida, cumplió con su deber y gracias a Dios se fue bien, no sufrió ni nos hizo sufrir”
Finalmente y aprovechando la atención mediática la familia realiza un llamado a las autoridades para el caso de la religiosa. “Pedimos que el Gaula de la Policía y el Gobierno nos siga colaborando y a todo Colombia que siga orando por ella. No podemos olvidar que está secuestrada, ya serán cuatro años” agrega la familia.
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Fuente: Redacción Mundo 7/24, Anyel Ruiz.
