Sal 129,1-2.3-4.5: Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Aquí estoy mi Señor, gracias Padre por este momento.
Tu Palabra es un grito de amor, de entrega, de perdón.
Mi alma espera en ti, mi Salvador.
Nos invitas a profundizar en nuestra historia, oportunidad que nos das para ver el presente que vivimos, te los entrego Señor, mi alfarero, moldeando nuestras vidas, me dejo llevar por tu amor, por tu mensaje, mi alma te aguarda.
Madre María, en tu regazo me llevas y así quiero estar.
Gracias por darnos a tu hijo amado, Jesús nuestro Salvador. Amén
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