Reconocer ante tu Presencia, es suplicar tu perdón, perdóname por mis imperfecciones, oh Señor ven, sálvame de llevar una vida igual, líbrame de todo aquello que nos desenfoca el horizonte.
Aquí estoy, aprendiendo, me centro allí, en el escenario del Evangelio, burlas, no creían en tu Sabiduría……….
Y se decían: ¿No es acaso el hijo del carpintero?
Han transcurrido siglos y hoy, vemos este escenario, en nuestras vidas.
Señor Jesús, enséñanos a vivir en tu Misericordia, humildad y en la nobleza de tu corazón, reconociendo y aceptando las circunstancias de nuestro caminar.
Sé tú, mi cayado, mi arrullo, Padre de bondad, te presentamos nuestra oración, como ofrenda a mi Dios amado. Amén
Puedes seguir a Mundo 724 en Facebook y Twitter, o suscribirte aquí a la Newsletter.