Imagen tomada de @ManuPineda
La propuesta con la que Castillo llega a la presidencia es transformar el modelo económico neoliberal por una “economía popular con mercados” mejorando de esta manera la economía que esta en torno a los intereses del pueblo.
A nivel de porcentajes, Castillo llegó a la final de la segunda vuelta con un 50,12% de votos a su favor y 49,87% para su rival principal Fujimori.
Frente a esto la candidata Fujimori ha manifestado que es un fraude, quien ha recibido apoyo de los seguidores de la derecha.
Sin embargo, Los comicios, que contaron con el 74,5 % de participación, fueron calificados como transparentes por diversos observadores, entre ellos de la OEA que dijeron que no hubo «graves irregularidades».
Al ser un candidato que sin ayuda de alguna entidad élite ha sido un gran logro para su partido pues es el primero que lo logra siendo un líder sindical y docente, donde su único respaldo siempre fueron las clases sociales menos favorecidas.
La opinión frente a el supuesto fraude por parte de Castillo fue: «Creo que no debemos precipitarnos y menos aún usar palabras indebidas como fraude y esperar los resultados con calma».
El ideal para este gobierno es principalmente en la economía, como por ejemplo, detener las importaciones de los productos que se producen en el interior del país, mejorando las explotaciones mineras en los territorios y la influencia de las empresas extranjeras en la economía nacional.
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Su discurso busca fortaleces las empresas del Estado bajo la premisa de que “la iniciativa empresarial libre no solo puede ser privada, sino también debe ser pública” y fomenta la idea de que Perú se convierta en un estado interventor, planificador, empresario, protector, innovador y regulador del mercado”.
“La empresa privada transnacional no debe tener el control de nuestros principales recursos estratégicos. Es necesario que el Estado tenga el control de los mismos y que la inversión extranjera devenga solo en complementaria”, dice una de las premisas del partido de Pedro Castillo.
Actualmente la edad de jubilación en ese país se cumple a los 65 años y el próximo presidente propone bajarla a los 60 años. En su paquete de propuestas también hay otras iniciativas para fomentar el acceso a derechos de las personas más desfavorecidas, quienes, al fin de cuentas, fueron determinantes para que llegara a la Presidencia.
En resumidas cuentas, el nuevo gobernador del Perú busca que durante su periodo de presidencia se logre vencer la dependencia extranjera y logre mejorar la industria y generación de empleos de manera interna (en el país).