El régimen de Maduro se encuentra contra las cuerdas y a punto de ser tirado a la lona, lo que no quiere significar que este todavía derrotado, como sí lo esta en términos estratégicos el proyecto castro – chavista y el mentado socialismo del siglo XXI que ha sembrado por todo el continente un miedo que se ha traducido en notoria agresividad; el combustible preferido de muchos políticos en el contexto actual de los nacionalismos patrioteros.
Habrá entonces que decirse que la polarización no es una enfermedad exclusivamente colombiana pues estamos en medio de una nueva guerra fría y múltiples elementos geoeconómicos y geoestratégicos que se mimetizan en discursos con alta carga ideológica.
Los medios utilizados por un régimen sustentado en la criminalidad han desdibujado cualquier finalidad “altruista” y la comunidad internacional lo sabe.
El concierto Venezuela Aid Live se ha convertido en el escenario principal para dejar a Maduro y sus cómplices expuestos ante la comunidad internacional y sin margen de movilidad por las siguientes razones:
1. Un buen número de estados reconocen como presidente transitorio al valiente juan Guaidó y en torno a su figura se ha movido una esperanza no solo venezolana sino regional. Se espera que la ayuda humanitaria sea recibida en la frontera por el propio presidente interino.
2. Si bien es cierto la oposición venezolana no ha estado jamás unida, amén a sus propios intereses, el nombre del joven ingeniero se ha convertido en un punto de encuentro, en un ariete que no está siendo desaprovechado.
Maduro no se atrevería a tocar a Guaidó pues ni sus más fervorosos aliados estarían dispuestos a respaldar tal acción. Todos los ojos están puestos en estos días en el concierto y la llegada de ayuda humanitaria.
3. Los movimientos del régimen de Maduro son desesperados, torpes, sustentados en el miedo a perder más control social y territorial, y además con el pronunciamiento en torno a la llegada de ayuda Rusa lo único que demuestra es que el pueblo que no ha migrado forzosamente está sufriendo un drama que a través del concierto el mundo descubrirá en toda su dimensión.
4. La presión social, política, económica hacia Maduro lo está dejando sin aire; los artistas a través de la música demuestran, cómo ha sucedido en otras latitudes ( concierto de Pavarotti y sus amigos por Sarajevo, los conciertos por los pueblos africanos) que pueden ser más efectivos y eficientes que los pronunciamientos de la OEA o la ONU.
5. Maduro y sus áulicos han logrado abrir las puertas de la Corte Penal Internacional que tiene bajo estudio una situación sobre Venezuela por la comisión de crímenes de lesa humanidad.
Si en medio del contexto del concierto la ayuda humanitaria promovida por Colombia, Estados Unidos, Chile y otros aliados no es posible que llegue a sus destinatarios estaría entregándose una evidencia irrefutable a la Fiscalía de la CPI para abrir por primera vez un caso en el continente; en esta situación ni la petrodiplomacia en La Haya sería suficiente.
6. El concierto como epicentro del centro de gravedad estratégico, la unidad militar venezolana en torno al dictador, podría configurar la más grande fisura.
Cada general y coronel ubicados en la región fronteriza se encuentran claramente identificados, están siendo presionados y no pueden levantarse contra su propio pueblo, ni permitir que las milicias o el ELN ubicado en el sector, les haga la tarea sucia, responderían como mandos por acción u omisión.
Así que el Venezuela Aid Live es el punto definitivo contra Maduro y su régimen opresor. Será la música, la unión de los pueblos y los medios pacíficos los que lleven al pueblo venezolano a decir: No más Maduro, no más militares corruptos como cómplices de la Ordalía contra su propio pueblo, no más afrenta contra la humanidad.