Me he embarcado en una nueva aventura en busca de nuevas oportunidades profesionales, laborales, personales y con muchas expectativas, con poder conocer y recorrer un poco más de este hermoso de país, llamado Colombia; donde con el corazón arrugado me despido de mi familia por viaje que emprendería desde Bogotá D.C. recorriendo un largo trayecto en vehículo pasando por el Departamento del Meta hasta finalmente llegar a la ciudad de San José del Guaviare.

Ya estando en la ciudad de San José del Guaviare, comenzamos la gran aventura de esperar al llamado en sala de espera del aeropuerto Capitán Jorge Enrique González, en donde un avión DC-3 que lleva carga y pasajeros, a los diferentes municipios y veredas de la región del Vaupés, Amazonas y otros lugares del país que son de difícil acceso, nos aguarda, no puedo negar que esperaba con grandes ansias el volar tan hermoso avión que represento una historia sorprendente para la aviación Colombiana, se evidenciaba en las personas que van junto a mí en el vuelo sus ganas de regresar a sus casa o sitios de trabajo, a ver sus familias ya que a raíz del paro Nacional estaban retrasados los vuelos.

Fue un vuelo de dos (02) horas, pero con mi amor y admiración a los aviones se me hizo corto, el aterrizaje algo duro, pero un excelente capitán del vuelo, tan pronto abren la puerta del avión evidencio que la pista de aterrizaje es totalmente en arena, con gran cantidad de huecos debido al alto nivel de lluvias a la zona, por primera vez en mi vida piso suelos del Departamento del Vaupés.

Artículo relacionado

Paciencia como virtud del día a día

Tan pronto bajo del avión me encuentro con este gran municipio llamado Taraira, Vaupés, con gran agrado veo a lo lejos como sus habitantes con curiosidad y felicidad ven el avión ya que es el único medio que lleva sus provisiones de comida al municipio, llegan sus familiares, y que a raíz del paro no hay venido en varios días, para sorpresa mía quien me recibe es una gran persona, un gran ser humano y un gran profesional que desde hace muchos años vive en este municipio, quien promovió el desarrollo para que se convirtiera en municipio del Vaupés, quien me dice “Bienvenido a Taraira”.

Mi primera impresión de tan hermoso municipio es su calidad humana y el gran recibimiento; casi como en casa, el ver tanta cultura Colombiana; del dónde venimos y en donde estamos, donde su población es 90% comunidad indígena, donde con sus lenguas nativas nosotros somos los extraños pero aun así no se siente la distancia.

Pude recorrer cada una de sus calles, donde me presentaban me daban tan cordial bienvenida, con gran curiosidad pregunto qué hacen las familias los fines de semana para su tiempo de ocio, y con una gran sonrisa me responden estamos en Taraira, donde su fluido eléctrico es de tan solo 11 horas al día, donde las personas que trabajan en las entidades municipales se proponen realizar sus labores de casa, el dejar su ropa lista para la semana.

Pero en su bello esplendor tropical hay para ir a recorrer por aproximadamente 5 km del casco urbano hasta el rio Taraira, donde podrás disfrutar en ese recorrido caminando de  sus hermosos paisajes, te encontraras con dos comunidades indígenas y llegando al rio Taraira, frontera con Brasil, en tan hermosos paisajes puedes evidenciar hermosas aves, quebradas, y su gente, sus costumbres, sus casas en madera, los kioscos o centros de reunión sagrados y de acogida de reuniones para la toma de decisiones importantes para sus comunidades.

Artículo relacionado

La responsabilidad en tiempos difíciles

Estando en tan hermoso paraíso del Vaupés, podemos comenzar a valorar las pequeñas cosas que en las grandes ciudades tenemos y no valoramos, extrañamos a nuestras familias, la energía eléctrica las 24 horas, el agua potable bebida desde el grifo y muchas cosas más, pero en Taraira podrás encontrar la calidad y el calor humano de las personas que allí habitan y que te harán mucho más amena tu estadía.

Quedaron muchos sitios por recorrer y conocer, pero con ayuda de Dios podremos volver y conocer mucho mas de sus costumbres, su comida típica, y diferentes sitios más que faltaron por conocer, desde mi escritorio y desde computador donde redacto este relato de Taraira, paraíso del Vaupés, me queda decirles que esta es la primera pequeña parte de esta gran aventura, y quiero expresar mi más sincera invitación para que sigan recorriendo tan hermoso país, que visiten este pequeño paraíso tropical, del cual se enamoraran y quedran seguir visitándolo.

Enamórate y recorre primero tu país y podrás ver sus infinitas maravillas.

Puedes seguir a Mundo 7/24 en Facebook y Twitter, o suscribirte aquí a la Newsletter.